AGENCIAS
La Policía Nacional intervino ayer en el puerto de Valencia un contenedor con muebles rústicos y maderas que contenían 318 kilos de cocaína camuflados. En total, eran 292 los tablones de madera en los que, camuflada en agujeros, se ocultaba la cocaína prensada. El envío procedía de Paraguay e iba a ser trasladado hasta Gandía (Valencia), donde fueron detenidos tres ciudadanos paraguayos.
El pasado 8 de agosto la Policía tuvo conocimiento de la llegada de un contenedor con maderas y muebles procedente de una empresa con domicilio social en Asunción (Paraguay), que había salido de Montevideo con destino a otra empresa situada en Gandía, por lo que los agentes solicitaron a la Autoridad Judicial la inmovilización del mismo y la inspección de su contenido.
Fue así como descubrieron que, además de muebles rústicos, había 292 maderas de 140 centímetros de largo por 14 centímetros de ancho y 4 centímetros de grosor, en las que, ocultos en cuatro agujeros, se encontraban los 318 kilos de droga prensada. La Policía detuvo a las tres personas que acudieron al lugar para hacerse cargo del contenedor, al tiempo que los agentes intervinieron dos vehículos, 1.250 euros, 472.000 guaraníes y tres teléfonos móviles, aunque la operación aún continúa abierta y no se descartan más detenciones.
La investigación comenzó en octubre de 2007, cuando los agentes supieron de la existencia de una organización compuesta por ciudadanos colombianos, paraguayos y españoles que realizaban envíos de cocaína desde Paraguay, utilizando envíos de contenedores con madera y muebles rústicos. Para ello, los máximos responsables de la red, que eran los encargados de recibir la droga en España, viajaban previamente a Paraguay para ultimar los detalles del transporte, de forma que daban apariencia de legalidad a la actividad de exportación de muebles rústicos destinados a la venta en España.