Una gamberrada de una pareja de británicos que se alojaban en un hotel de Sant Antoni les va a costar a ambos una cantidad próxima a los 2.500 euros entre multas e indemnizaciones. Más de la mitad de esta cantidad, 1.800 euros, irán destinados a la afectada, una camarera de un hotel de Sant Antoni que tuvo que soportar cómo los sospechosos la zarandeaban y le golpeaban cuando en la tarde del pasado 27 de junio intentaron tirarla a una piscina situada junto a la zona donde ella estaba limpiando, hecho que habría podido revestir de una especial gravedad porque la perjudicada no sabía nadar.
Esta ha sido la decisión del juez Juan Carlos Torres en un juicio de falta que se celebró días atrás y en el que los dos acusados, condenados ahora por sendas faltas de lesiones, no comparecieron.
El suceso ocurrió sobre las siete de la tarde en la piscina del hotel «Ibiza Rocks», ubicado en la calle Cervantes de Sant Antoni. La camarera presentó una denuncia en el puesto de la Guardia Civil en la que informaba de las heridas y vejaciones que había sufrido al ser abordada por ambos individuos.
La mujer se salvó de caer al agua porque pudo agarrarse al filo de una mesa de billar pero no pudo evitar la humillación de que le pasaran una fregona por la cara cuando intentaban arrastrarla a la piscina. En dicha denuncia se explicó que el chico le cogió de la cintura y mientras tiraba de ella la chica usaba la fregona, ocasionándole moratones en los brazo y en el pecho.
El examen médico que se le realizó apreció contusión en un hombro, dolor en el abdomen y en ambos pechos, hematoma en el muslo derecho, así como síndrome depresivo reactivo, según reconoce como probado el juez. Éste impone a ambos una multa de 270 a cada uno de los acusados y la indemnización de 1.800 euros.