Santiago Cañizares, quien declaró en su día como testigo en el caso del «Brujo», intentó a través de sus abogados evitar tener que desplazarse a Eivissa para cumplir hoy con el mandato judicial que le obliga primero a comparecer como imputado por los supuestos abusos sexuales que dijeron sufrir un grupo de chicas bajo la influencia del mentalista deportivo y luego a mantener un careo con la joven que lo señaló directamente.
Según la información recogida por este periódico, se desestimó un recurso que se presentó a tales efectos y el ex internacional, antaño portero de la selección española de fútbol, no podrá eludir su obligación de estar frente al juez Pablo Mendoza y la joven que dijo haber tenido dos relaciones sexuales con el deportistas en grupo y cuando ella era menor de edad. Este testimonio motivó que el magistrado que investiga quincena de denuncias presentadas contra el mentalista deportivo Tomás A.R., de 53 años, acordara establecer la necesaidad de que Cañizares declarara de nuevo, pero ya no como testigo en un juzgado de Moncada (vía exorto) como se hizo en una ocasión sino ante su presencia y con el peso de estar bajo sospecha.
El juzgado ha preparado una sala de vistas par que todas las actuciones judicales que se emprendan puedan ser recogías con absolutas garantías procesales. El juez espera primer recoger un informe pericial por una de las psicólogas que ha examinado a las afectadas. Luego, sobre el mediodía, está previsto que el juez y las partes interroguen al deportista sobre distintas cuestiones que han surgido tras las manifestaciones concretas de la denunciante que hablaba de que un grupo de chicas se vieron conminadas por el «Brujo» a 'reunirse' con el futbolista. Una vez cumplido este trámite, Santiago Cañizares y la denunciante se verán las caras para poder confrontarse sus testimonios y hacerse las precisiones que ambos consideren convenientes.
El juzgado comenzó a recopilar denuncias contra el mentalista deportivo durante el año pasado. En febrero de 2007 ingresó en la cárcel tars asegurar un grupo de chicas que habñian sido víctimas de abusos cuando tenían entre 11 y 22 años.