Al menos quince de los 21 detenidos fueron apresados en Eivissa pero presumiblemente aquellos que serán procesados terminarán sentándose en el banquillo de la Audiencia Nacional para responder de delitos relacionados con el narcotráfico. Es el resultado final que se espera para la denominada 'Operación Rompedor' una compleja investigación que ha llevado a cabo la Guardia Civil durante todo este año y que ahora se encuentra en fase de instrucción después de que el responsable del juzgado donde empezó todo, competencia del magistrado Juan Carlos Torres, haya comenzado a llamar a los sospechosos, según lo averiguado por este periódico.
Las actuaciones que se han llevado a cabo en tal sentido para delimitar las supuestas responsabilidades de unos y otros, sin embargo, son una incógnita ya que el titular del juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa ha decidido proteger las diligencias que se están realizando bajo secreto sumarial.
Ciudades
Todo indica, sin embargo, que la causa tiene todas las papeletas de acabar en la Audiencia Nacional porque fueron varios los juzgados que tuvieron que intervenir después de que se llevaran a cabo detenciones y actuaciones en ciudades como Barcelona, Madrid y Córdoba, además de las efectuadas en Eivissa, principalmente en domicilios de la bahía de Portmany.
La 'Operación Rompedor', iniciada en diciembre de 2007 y concluida el pasado mes de septiembre con la detención del jefe de la banda, supuso la desmantelación de dos grandes redes de narcotráfico que tenían Eivissa como unos de sus principales lugares de distribución. De las investigaciones policiales trascendió que uno de los principales sospechosos contaba con un establecimiento en la avenida de España de Evissa y que estaba vinculado con una supuesta red de traficantes de Madrid. En el operativo, que se desarrolló durante distintas fechas, se intervinieron importantes cantidades de cocaína, cristal de éxtasis y otras sustancias químicas que eran utilizadas como estupefacientes.