J.J./J.J.M.
Algunas de las familias perjudicadas se han unido para denunciar el caso y otros particulares que compraron, como Miguel Colinas, decidieron aceptar la parte del dinero de la entrada que les devolvían. Ahora, sin embargo, se encuentran con que durante todos estos meses nadie ha pagado las mensualidades al banco, que podría quedarse con los inmuebles por impago de las letras. La carencia que prometían con la reserva tampoco existía y los compradores no tuvieron ingresos extras. Llevo diez meses intentando probar que me han soplado ese dinero», añadieron este tiempo, desde Palma se vendieron 29 apartamentos y el resto de compradores eran de Eivissa.
Las víctimas tampoco recibieron información bancaria o las escrituras y ahora se encuentran con que muchos documentos no están firmado y otros fueron firmados, supuestamente, por personas ajenas a la operación.
Vecinos de los inmuebles afectados han pedido ayuda a los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Sant Josep, que estudian ahora como intervenir en un edifico que nunca ha sido «recepcionado» por el constructor, según informó Efe.