El joven Jesús D.C., conocido con el Polo, dijo ayer a los jueces de la Sección Primera de la Audiencia Provincial que no recuerda «nada desde el bar hasta casa», aunque tampoco negó los hechos por los que se le juzga: el asesinato a navajazos del joven Carlos Marí Varó en la noche del 30 de mayo del año pasado a la salida del bar Montemar, en es Canar. Los testigos y las pruebas son tan numerosos y contundentes que lo que se dirime en este juicio no es la inocencia o culpabilidad de Jesús D.C., sino su grado de consciencia a la hora de cometer el asesinato, ya que el acusado padece problemas de personalidad y adaptación social y consumió drogas y alcohol la noche de autos. La vista comenzó ayer por la mañana, se reanudó por la tarde y está previsto que hoy finalice con el testimonio de psiquiatras y las conclusiones finales de las partes: fiscal, acusación particular y defensa.
El Ministerio Fiscal solicita 24 años de prisión, 17 por el asesinato y siete más por un homicidio en grado de tentativa, ya que, supuestamente, minutos después de matar a Carlos Marí, el acusado intentó apuñalar a una persona a la que había pedido un cigarrillo.
El fiscal, en su escrito de acusación, reconoce «el trastorno disocial de la personalidad» del presunto asesino, pero considera que esto «no afecta a sus capacidades intelectivas y volitivas». Durante la primera jornada del juicio, las familias del acusado y la víctima tuvieron que revivir todo lo ocurrido la noche del 30 de mayo del 2007. Por la mañana, la situación era muy tensa en los juzgados, tanto que los vigilantes tuvieron que poner orden entre los familiares para que pudieran acceder en orden al edificio.
El principal testigo de cargo, el joven que acompañaba a Carlos Marí cuando fue acuchillado, dijo que la discusión que motivó todo «no fue suficiente como para algo así». En el mismo sentido se expresó otro testigo que también estaba en el bar: «La discusión no fue para tanto». Jesús D.C. pidió a Carlos Marí, a quien conocía desde pequeño, que le invitara a una cerveza y éste se negó. Siguieron discutiendo y ambos acabaron dándose la mano varias veces, según los testigos. Ya en la calle, según la acusación, Jesús D.C. se acercó a Carlos Marí y le dio un primer navajazo por la espalda, después otros dos ya de frente. El acompañante de Carlos Marí, aún sin ser consciente de que su amigo había sido navajeado, paró los pies a Jesús e incluso lo tiró al suelo, pero éste lo amenazó con la navaja: «¡Quieto o te rajo a ti también!». Lo demás ya es historia: trasladaron al herido al hospital y falleció.
Mientras, Jesús, ya cerca del bar Toni, se encontró con dos jóvenes a los que pidió un cigarrillo y a uno de ellos lo intentó acuchillar. Jesús fue detenido en su casa por la mañana.