El director del Centro Penitenciario de Eivissa y Formentera, Manuel Vega, afirmó ayer que el 51% de su población reclusa es extranjera, una cifra que incrementa en un 8% la cotejada el pasado ejercicio por dichas instalaciones. Además, la práctica totalidad de sus 160 internos carece de vinculación con la isla, y presenta un cuadro de problemas de drogadicción. Se trata de unos datos que superan la media nacional y que responden a la elevada presión turística internacional que padece la isla que reproduce los parámetros de multiplicación de población en la época estival «con un mayor número de ingresos durante el verano». Son 19 las nacionalidades entre comunitarios y extracomunitarios del centro cuyo mayor número lo representan colombianos e italianos. Vega agregó que el 61% de los reclusos se encuentran penados y otro 39 en prisión preventiva.
De éstos sólo 20 cumplen el tercer grado. Los casos de detenciones por delitos contra la salud pública son los más numerosos entre los acometidos ya que responden al 43 por ciento de los encarcelamientos, con un total de 60 casos.
Le siguen los delitos contra la propiedad, un total de 36 casos que suponen el 23% del total; los delitos por maltrato, que con 10 encarcelamientos ascienden al 6 por ciento, los homicidios, que con ocho reclusos que representan al 5% del grueso de ingresos, así como ocho casos más contra la libertad sexual.
De éstos la mayoría son hombres cuya media de edad está entre los 31 y los 45 años y suele responder a personas sin estudios ni profesión, solteros y sin hijos, tal y como resumió Vega. En la mayoría de los casos éstos delinquen por primera vez, y, en los casos de que cumplan condena ésta no supera los tres años. Vega recordó que el Centro Penitenciario impulsa una serie de cursos de reinserción. Para su director los talleres de manualidades y cerámica, animación a la lectura, vídeoforum o la confección de la revista Paso a Paso son algunas de las actividades más destacadas.