J.M.A. / EFE
Un avión DASH-8 Q300 con 14 pasajeros y cuatro tripulantes se sale de pista al aterrizar en el aeropuerto de Eivissa. Diez muertos, cuatro heridos y cuatro ilesos. Éste ha sido el planteamiento de Aena para realizar el Simulacro General de Accidente Aéreo suspendido el año pasado a causa de la lluvia y que ha movilizado al personal del aeropuerto, bomberos, Protección Civil, Guardia Civil, personal del 061, Policía Local de Sant Josep... Decenas de personas y de vehículos, incluido un helicóptero, que durante unas cuatro horas trataron de afinar al máximo los protocolos de actuación para cuando sea necesario.
El simulacro consistió en que durante el aterrizaje de un avión por la cabecera 24 del aeropuerto, «por causas desconocidas y sin previo aviso de emergencia previa» se salió de la pista 06 por la cabecera, incendiándose parcialmente. Alrededor del avión, simulado por un autobús, se dio fuego a distintos focos que emulaban los restos del aparato en llamas.
El fuego comenzó a las 11 horas y 22 minutos y sólo 5 minutos después acudieron dos camiones del cuerpo de bomberos del aeropuerto precedidos de otro vehículo de mando. Los camiones se situaron a ambos lados del fuego y a las 11 y 29 minutos controlaban las llamas.
El personal de emergencias del aeropuerto desplegó un hospital de campaña que se terminó de montar a las 11 horas y 50 minutos y se desplegaron los dos camiones de emergencias pertenecientes al aeropuerto, equipados con equipos de oxígeno y reanimación, colchones y equipos de ex carcelación. La primera ambulancia procedente de un hospital externo llegó a las 11 y 54 minutos, es decir, media hora después de declararse el fuego.
La jefa de recursos humanos del aeropuerto y una de las responsables del simulacro, Marí Carmen Ruiz, restó importancia a este retraso y argumentó que es en el mismo lugar del accidente donde se debe atender y estabilizar al mayor número de personas, además de realizar la selección de heridos (triaje) en función de su gravedad.
El helicóptero del Ib-salud, que hizo su entrada a las 11.56, fue el encargado de trasladar a un herido a la Unidad de Quemados del Hospital de la Fe en Valencia.
Para Ruiz los tiempos de intervención y de reacción han sido «excelentes» en todo momento.