J.M.A.
Los investigadores del caso de la supuesta trama de coacciones por parte de un constructor a los primeros ediles del Ayuntamiento de Santa Eulària están intentando averiguar si la red cuenta con apoyos entre los trabajadores del propio Consistorio, informaron fuentes conocedoras de los detalles de la investigación.
El Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil tomó declaración a dos de los cuatro celadores de obras del Ayuntamiento y ambos negaron cualquier relación con el caso. Según ha podido saber este diario de fuentes conocedoras de la investigación, dos de los celadores de obras han sido reasignados a otros puestos dentro del Consistorio. Desde el Ayuntamiento no quisieron ayer hacer ninguna declaración al respecto y ni siquiera fue posible hablar con el alcalde del municipio, Vicent Marí, que declaró ante la Guardia Civil que se siente víctima de un «grupo mafioso» y que teme por su propia vida y la de su familia.
Según denunciaron ante la Benemérita el alcalde y el teniente de alcalde del municipio, Mariano Juan, ambos recibieron un sobre con una carta y un disco compacto con el objeto de coaccionarlos. El remite del sobre venía firmado por un ingeniero que ha trabajado a través de varias empresas para el Ayuntamiento de Santa Eulària, R.K.R., aunque un agente de la Policía Local de Sant Antoni, J.G.R., que fue detenido por la Guardia Civil bajo los cargos de coacciones y amenazas y contra la libertad de las personas reconoció ante el juez de guardia que fue él quien redactó el texto con las supuestas coacciones por orden del constructor que según los investigadores es el presunto jefe de la trama, B.A.G.
En el texto se decía: «Estamos todos con la mierda hasta el cuello», y se pedían a los dos primeros ediles 120.000 euros y la concesión de obras en la zona de Cala Mastella a cambio, supuestamente, de no revelar irregularidades urbanísticas.
La presunta red de coacciones de B.A.G. no sólo atacó al Ayuntamiento de Santa Eulària, según fuentes judiciales, sino también a otros constructores y a particulares. El constructor L.P.C. denunció que se le amenazó para que no trabajara para el Ayuntamiento de Santa Eulària en la zona de Cala Mastella: «Cuidado con la mierda en que os vais a meter, no podéis trabajar en Cala Mastella».
3.000 euros
Una mujer de nacionalidad alemana, V.E.F.M.V.T., que tiene una gran casa en esa misma cala de Santa Eulària, denunció que pagó 3.000 euros al policía local de Sant Antoni, que admitió ante el juez que los cobró en nombre de B.A.G., que se encuentra fuera del país y sobre quien pesa una orden de detención internacional.
Por otro lado, ayer se aclaró que R.K.R. no es el ingeniero municipal de Santa Eulària, como se publicó citando fuentes judiciales, sino que es un ingeniero q ue en ocasiones ha trabajado para ese Ayuntamiento.