Agentes de la Policía Local de Sant Josep tuvieron que abortar ayer por la mañana dos fiestas ilegales que se habían organizado en sendas viviendas del municipio.
Una de las fiestas se estaba desarrollando en una casa ubicada en la carretera que enlaza Sant Josep y Sant Antoni y fue abortada por los agentes, que acudieron al lugar alertados por los vecinos de la zona, una media hora después del mediodía.
La otra fiesta fue suspendida por los agentes locales unas dos horas antes, informaron ayer fuentes municipales. Se estaba celebrando en una casa de la zona de Cala Vedella en la que, según fuentes policiales, se organizan fiestas de este tipo en verano y que, incluso, se sospecha que se alquila para tal efecto. En la fiesta de ayer se habían congregado entre 30 y 35 personas.
Al tratarse de una vivienda en la que se celebran habitualmente fiestas ilegales en verano, señalaron ayer desde el retén de la Policía Local de Sant Josep, los agentes han informado de lo ocurrido a los técnicos municipales para que den traslado de lo ocurrido ayer a lo juzgados.
Según anunció en mayo del año pasado la directora insular en las Pitiüses, Sofía Hernanz, los propietarios de viviendas en las que se celebren fiestas ilegales se arriesgan a ser multados con sanciones que pueden alcanzar los 600.000 euros. La filosofía de esta sanción, explicó Hernanz, es que los propietarios de las casas en las que se realizan estas fiestas sean multados como responsables de forma solidaria con los promotores de las fiestas.
Sin embargo, y a pesar del anuncio de la directora insular del Estado en Eivissa y Formentera, no hay constancia de que ningún propietario de casas haya sido multado nunca por este motivo.