EFE-AMSTERDAM
Nueve personas murieron y más de cincuenta resultaron heridas, la mitad de ellas graves, al estrellarse un Boeing 737 de la compañía Turkish Airlines durante la maniobra de aterrizaje en el aeropuerto holandés de Schiphol.
El aparato, que había despegado de Estambul con 135 personas a bordo (128 pasajeros y 7 tripulantes), cayó en un campo agrícola en las inmediaciones del aeropuerto de Amsterdam poco antes de tomar tierra y se partió en tres, aunque no se incendió.
El accidente se produjo a las 9:30 GMT, mientras la aeronave se aproximaba a la pista de aterrizaje del aeropuerto internacional de Schiphol, que permaneció cerrado durante un tiempo y se reabrió al tráfico aéreo poco después de forma limitada, según explicó en rueda de prensa el teniente de alcalde del Ayuntamiento de la localidad de Haarlemmermeer, Michel Bezuijen. Varios testigos presenciales explicaron que el morro del aparato perdió altura de forma repentina y que se precipitó hacia el suelo.