La Guardia Civil detuvo y entregó ayer en el juzgado a un joven sudamericano sorprendido cuando supuestamente intentaba entrar en la casa de su ex novia desde un balcón de la vivienda superior al domicilio donde residía la afectada, ubicada en la localidad de Sant Antoni. Horas antes estuvo llamándola por teléfono, mandándole mensajes e intentando que le atendiera con continuos avisos por el interfono. El sospechoso, una vez en el juzgado, se reconoció autor de los hechos que se imputaban y aceptó como condena el cumplimiento de 75 días de trabajo para la comunidad.
El acuerdo judicial obtenido gracias a la normativa de juicios rápidos incluyó también la disposición del acusado a no acercarse, contactar o comunicarse por ningún medio con la víctima en los próximos dos años. La distancia mínima de aproximación es de cien metros.
El arresto de dicho individuo, quien finalmente fue acusado de un presunto delito de coacciones leves, tuvo lugar sobre las tres de la madrugada del pasado sábado. La denunciante, una mujer de unos 30 años, la misma edad del sospechoso, relató que la gota que colmó el vaso fue la tentativa de éste por irrumpir en su vivienda, algo que, al parecer, causó la alarma en el vecindario. Ambos habían tenido una relación sentimental que se había roto hace poco. Pese a ello, el acusado envió a su ex novia numerosas llamadas y mensajes telefónicos, acoso que continuó con su presencia en el portal y con repetidos intentos de hablar con ella por el interfono. Ante la negativa de su novia, el acusado accedió a una vivienda superior, intentando descolgarse por el balcón superior de la casa. Ello ocasionó la llamada a la Guardia Civil y la intervención de la Benemérita.