EFE-RIO DE JANEIRO
La ciudad de la que partió el vuelo de Air France siniestrado el pasado domingo en aguas del Atlántico rindió ayer un sentido homenaje a las 228 víctimas del accidente en una ceremonia ecuménica celebrada en la Iglesia de la Candelaria, en el centro de Río de Janeiro.
Al acto acudieron familiares y amigos de las víctimas, además del ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, y su homólogo brasileño, Celso Amorim, en representación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Los cancilleres tuvieron palabras de recuerdo y aliento para los allegados de los pasajeros del vuelo AF447.
«El dolor es el mismo a uno y otro lado del Atlántico», destacó Kouchner, que llegó expresamente durante la mañana para participar en la ceremonia.