La Sección Primera de la Audiencia Provincial juzgará los próximos jueves y viernes en Eivissa a C.M.C., a quien se acusa de tentativa de homicidio sobre G.C.M.P. y para quien el Ministerio Público reclama una pena de ocho años de prisión. Estos hechos que dirimirá la Audiencia se produjeron el 20 de abril del año pasado de madrugada en la puerta de la discoteca La Noche, en la calle del Mar de Sant Antoni.
Según el escrito de acusación, C.M.C., malagueño de 22 años de edad, navajeó al también joven y español G.C.M.P. «con intención de acabar con su vida». El Ministerio Público señala en su escrito que el procesado «sacó de entre su ropa la navaja que portaba, asestando a G.C.M.P., con intención de acabar con su vida, una puñalada en el estómago y otra en la zona del cuello, en el lateral izquierdo de la cara, cerca de la oreja, dándose el procesado inmediatamente a la fuga». La víctima resultó herida de gravedad.
Todo esto fue, según el escrito de acusación, la venganza de C.M.C., ya que sobre las 4,10 horas de la madrugada en la puerta del local se inició una discusión entre el grupo de amigos que acompañaba al acusado y otro grupo, una reyerta en la que resultó herido otro joven, A.E.R., cuyo caso no es objeto de este juicio. El Ministerio Público señala que C.M.C. presenció esta reyerta y «con intención de vengar la reciente agresión a su amigo se dirigió a su domicilio, en la calle Cervantes de Sant Antoni, y tras hacerse con una navaja de unos diez centímetros de hoja, regresó, sobre las 5,00 horas, a la puerta del pub».
La acusación continúa el relato explicando que C.M.C. reconoció a G.C.M.P. como uno de los autores de la agresión a su amigo por un tatuaje y una camisa blanca y se dirigió a él. Tras cruzar unas palabras, señala el escrito de acusación, se produjeron los dos navajazos.
Heridas y secuelas
Además de los ocho años, Fiscalía reclama a C.M.C. una indemnización de 8.230 euros para G.C.M.P. por las lesiones. Los navajazos le causaron una herida inciso punzante que le produjo heridas en la cara anterior del abdomen, de forma que lesionó el lóbulo hepático izquierdo, el estómago y el páncreas. A consecuencia de la puñalada en el cuello precisó varios puntos de sutura. El joven estuvo ingresado en la unidad de cuidados intensivos y las heridas tardaron en curar 129 días, 115 de ellos impeditivos para su actividad habitual, y 14 de hospitalización. También precisó cirugía.
Como secuelas, señala el Ministerio Público, a la víctima le han quedado «síndromes psiquiátricos, trastornos neuróticos por estrés postraumático y una buena cantidad de cicatrices tanto en el abdomen como en el cuello».
En el juicio están citadas para declarar en calidad de testigos 20 personas, incluyendo a la víctima.