Agentes de la Guardia Civil de Eivissa han detenido a tres personas por presunto tráfico de drogas, entre ellas Antonio P.T., alias Mateo, de 43 años de edad, a quien se acusa de ser el suministrador de sustancias estupefacientes a los cerca de 20 arrestados en la operación Cenizo, que comenzó en enero de este año.
Los otros dos detenidos son José Antonio P.G., de 44 años de edad, y a la brasileña Aline F.P., de 26, a quien tras ser interrogada la Guardia Civil dejó en libertad, aunque acusada por un presunto delito de tráfico de drogas. Los otros dos fueron puestos ayer a disposición del juzgado de guardia.
En enero el Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Eivissa inició la primera fase de explotación de la operación Cenizo, que culminó con la detención de más de 20 personas. A raíz de esta operación, los investigadores del EDOA consiguieron información que les llevó a la apertura de una nueva operación, ésta denominada Ghost, que se realizó a finales de pasado septiembre.
En este trabajo los agentes trataron de localizar al individuo que facilitaba las drogas a los detenidos en la operación Cenizo, un individuo del que sólo se conocía su apodo, Mateo, y que, según informaron ayer desde la Comandancia de la Guardia Civil de Balears, era el que distribuía la cocaína.
Tras cuatro semanas de investigación los agentes averiguaron la identidad del tal Mateo, así como su dirección y posibles colaboradores, por lo que una vez obtenidos todos los datos necesarios se pasó a la fase de explotación de la operación Ghost.
Los agentes llevaron a cabo dos registros domiciliarios el pasado martes, ambos en Vila, e intervinieron diversas cantidades de dinero, más de 400 gramos de cocaína y dos vehículos.
Según informó ayer la Comandancia de la Guardia Civil de Balears, el presunto traficante Antonio P.T., alias Mateo, era el encargado de surtir de droga para la venta a los detenidos por el Instituto Armado en la operación Cenizo, en enero pasado. Según el comunicado de la Benemérita, Mateo distribuía, presuntamente, el material entre estas personas con una furgoneta con la que se desplazaba por la isla para la distribución de la droga, al parecer siempre cocaína.