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Desmantelado un piso en Barcelona en el que se prostituían mujeres chinas

EFE - BARCELONA

Los Mossos d'Esquadra han desmantelado un piso del distrito del Eixample de Barcelona en el que ejercían la prostitución mujeres chinas que no salían prácticamente a la calle, ya que trabajaban las 24 horas del día, y han detenido a dos hombres y una mujer que presuntamente regentaban el negocio. La operación policial, que se desarrolló el pasado viernes 30 de octubre, se llevó a cabo a raíz de algunas llamadas telefónicas que alertaban de que en ese piso se ejercía la prostitución, informó ayer en un comunicado la policía autonómica.

Cuando los agentes entraron en el piso, tras conseguir una orden judicial de entrada y registro, se encontraron con cinco mujeres, todas de nacionalidad china, que declararon que se dedicaban a la prostitución las 24 horas del día y que eran sometidas a un «fuerte control», aunque todas negaron actuar bajo coacción. La policía ha detenido a dos hombres, Tian J, de 39 años y XuL.Y. de 32, y a una mujer, Qingxia, de 36 años, todos de nacionalidad china y con domicilio en Barcelona.

A los tres detenidos se les acusa de un delito contra los derechos de los trabajadores y de otro contra la salud pública, ya que en el interior del domicilio se localizó un kilo de cocaína. La mujer detenida había sido arrestada ya hace dos años en Barcelona por un delito de tráfico ilegal y por favorecer la prostitución. Las cinco mujeres que se prostituían fueron trasladadas a dependencias del Cuerpo Nacional de Policía para que les fuera aplicada la Ley de Extranjería pues se encontraban en España sin permiso de trabajo y de manera irregular.

Una de las mujeres explicó que la habían engañado ya que ella llegó a Barcelona pensando que trabajaría cuidando a unos niños y luego se encontró con que la obligaron a prostituirse. Una de las llamadas en las que se alertaba de la actividad ilegal del piso del Eixample fue la de una mujer que de manera anónima aseguró que ejercía la prostitución allí y que la obligaban a consumir cocaína, además de amenazarla de muerte en caso de que denunciara lo que ocurría.

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