Condenado por golpear a su ex mujer tras ir a un bar a buscar pelea con su nuevo novio

Su mala puntería, si no tuvo intención de golpear a la que fue su ex pareja, le ha costado seis meses de prisión. Así lo recoge la titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez de Arellano, en la sentencia por la que se condena a esta pena a un vecino de Eivissa que fue juzgado días atrás por un presunto delito de maltrato cometido en un bar de la plaza del Parque. El acusado afirmó en el juicio que sólo fue buscando pelea contra el nuevo novio de su ex mujer, después de que supuestamente se recibiera un mensaje en un móvil en el que se le daba la bienvenida al «club» del sida a él y su mujer. La sentencia ha sido recurrida.
«El acusado pegó a su ex pareja y, si lo que quería era pegar al novio de ésta, lo cierto es que tuvo mala puntería al dirigir el golpe, porque no se lo propinó al amante de su mujer sino a ella y ello es motivo suficiente para condenarle por el delito que se le imputa», explica la magistrada.
Gritos
El altercado tuvo lugar el 20 de abril después de que el acusado supusiera que en un bar de la plaza del Parque se encontraba el novio de su ex esposa y, al parecer, también ésta. Varios testigos relataron que el sospechoso entró en el establecimiento profiriendo múltiples gritos y que todo concluyó después de que fuera sacado a la fuerza por dos personas.
Éstos relataron que escucharon claramente cómo dicho individuo espetó a su contrincante: «Sal fuera hijo de puta que te voy a matar».
La juez, sin embargo, apoya también su decisión condenatoria en otras declaraciones que hacen incidencia en que el acusado «se paró y le propinó un golpe en el hombro, dando incluso a una amiga de la ex mujer que estaba sentada junto a ésta en la barra». El hombre fue reducido antes de que pudiera llegar hasta su supuesto objetivo real. Dicha persona manifestó que no fue agredido y que lo único que hizo fue taparse la cara.
La juez Ramírez de Arellano, además de imponer seis meses de cárcel al acusado, lo condena a estar alejado y no comunicarse con la denunciante, con la que comparte una hija, durante un año y medio.