La policía entregó ayer en el juzgado de guardia, esta semana el de Instrucción número 4, a un delincuente habitual con antecedentes por robos con violencia como supuesto responsable de dos atracos a mano armada que se perpetraron a final de año en Can Escandell y de los que fueron víctima una gasolinera y un supermercado.
Al mismo individuo, un joven natural de Eivissa de 29 años identificado como L.M.G., se le atribuyen otros dos robos ocurridos un mes antes en la localidad granadina de Baza. El fiscal, tras la comparecencia del sospechoso ante la juez, pidió su ingreso en prisión.
Comisaría informó ayer de que L.M.G. ha sido detenido en los tres últimos años en diez ocasiones por delitos de robo con fuerza o intimidación. Asimismo, otras fuentes señalaron que al acusado le constan al menos dos condenas entre 2008 y 2010 por estos hechos.
En Comisaría
El arresto del acusado tuvo lugar anteayer después de que la policía requiriera al sospechoso a que se presentara en las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía. Los agentes de la Brigada de Policía Judicial ya tenían indicios sobre su presunta participación en los dos robos cometidos en Can Escandell después de que se le identificara por fotografías tras realizar indagaciones por el barrio y compararlas con distintos testimonios de personas que coincidían en que un individuo de sus características físicas había sido visto durante esos días merodeando por la zona.
Los dos robos ocurrieron en un plazo inferior a una semana. El asaltante irrumpió primero en la gasolinera de BP de la avenida de Sant Josep, lugar donde amedrentó al empleado con un cuchillo. Días después se produjo el atraco en un supermercado de la calle Atzaró. El ladrón amenazó a una trabajadora con un destornillador de grandes dimensiones. Tras ver que no eran tomadas en serio sus amenazas volvió a la carga y, minutos después, huyó del lugar llevándose un botín cercano a los 800 euros. En ambos casos, dicha persona fue primero acercándose a sus objetivos con la cara descubierta y una vez en la puerta, ocultando su rostro con un pasamontañas o una prenda que hacía estas funciones.