Brian Kent Rogora, el conductor italiano de 29 años que bebido y con el carné retirado en su país provocó el pasado domingo un accidente de tráfico en el que murió su novia, reunía ayer tarde los mil euros que la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa le impuso como fianza para eludir su ingreso en prisión. El fiscal, que pidió una fianza de 5.000 euros, le acusó de delitos de homicidio imprudente, lesiones y contra la seguridad vial.
Rogora, que en todo momento estuvo escoltado por agentes de Tráfico, declaró ante la juez que el siniestro se debió a un trágico error de cálculo cuando giró para entrar en la gasolinera de Sant Ferran. Fue en ese momento cuando impactó contra el lado del vehículo en el que iba la víctima Àngela Lunardi, de 24 años, la Harley Davidson en la que iba G.V, de 40 años y herido en el siniestro.
El conductor insistió en que antes sólo había tomado una cerveza y una copa de vino.
La declaración del acusado se tuvo que interrumpir en numerosas ocasiones después de que éste irrumpiera en sollozos. Durante su comparecencia explicó que erró al determinar cuál era la entrada que, por costumbre, se utiliza para entrar en la gasolinera y que al percatarse de la presencia de la motocicleta, que según él iba muy rápida, sólo pudo acelerar creyendo que iba a evitar así la colisión. Otro motorista, a su vez, corroboró ayer en el juzgado que la Harley siniestrada le había pasado momentos antes a «gran velocidad».
Etilometrías realizadas dos horas después del siniestro
La pruebas de alcoholemia a las que se sometió el acusado tuvieron más de dos horas después de que se produjera el accidente. El siniestro ocurrió sobre las cinco y media de la tarde. Rogora pudo ser sometido a la primera etilometría a las 19,54 horas. En es momento dio una tasa de 0,45. Dieciséis minutos después realizó la segunda prueba. La tasa recogida en el atestado fue de 0,42. La policía de la ciudad italiana de Legnano le retiró el carné el 30 de marzo.