Un equipo de funcionarios del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Eivissa, acompañado de agentes de la Guardia Civil, tiene previsto acudir hoy a las doce del mediodía al hotel del Club Robinson de Cala Vedella para obligar a marcharse a los 'okupas' que queden en este lugar, confirmaron ayer fuentes judiciales y del Instituto Armado.
Al parecer, no son muchos los 'okupas' que quedan en esta zona del Club Robinson, señalaron fuentes vecinales, pero de esta forma se espera que este año, con la llegada de los meses de calor, no se instalen más, al menos en la zona del hotel. Este área del Club Robinson pertenece en la actualidad a una empresa propiedad de la CAM, que ha emprendido por la vía civil su lucha contra los 'okupas'.
La zona donde hay más 'okupas' en la actualidad es el área de los apartamentos, que pertenece a una empresa inmobiliaria de Bancaja que ha optado por la vía penal, que está en curso.
Bancos y Hacienda
Los 'okupas' del hotel fueron citados por el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Eivissa el pasado 20 de enero para celebrar una vista en la que una de ellos se comprometió a abandonar el Club el 20 de febrero. La mujer, según fuentes vecinales, cumplió su palabra, pero por lo visto aún quedan algunos 'okupas'. El día del juicio, uno de los okupas declaró: «Es una zona en la que vive mucha gente que paga sus impuestos y no tienen ningún problema con nosotros». Otro añadió: «En esta isla hay mucha corrupción urbanística y lo que ha pasado con el Club Robinson es un claro ejemplo de ello; los empresarios se fueron dejando pufos y al final es propiedad de los bancos y Hacienda, y hay muchos casos más».
A principios de año se produjeron dos sucesos graves en el Club Robinson. Un hombre murió electrocutado cuando, supuestamente, robaba cobre y un 'okupa' resultó herido tras ser acuchillado por otro en una pelea ocasionada por metadona.
Conexiones ilegales de electricidad y de teléfono
Vecinos del Club Robinson explicaron ayer que la situación que padecen a causa de los 'okupas' y la degradación de la zona es cada vez más preocupante. Uno de ellos, que asegura que ha sido amenazado por algunos de estos 'okupas', denunció que se realizan conexiones ilegales de electricidad y de teléfono -para conectarse a internet- y que algunos vecinos se han encontrado con cuentas desorbitadas en los recibos de Endesa.