Cuando ayer al mediodía el equipo judicial del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Eivissa llegó al hotel del Club Robinson ya no quedaba ningún 'okupa'. El último que habitaba el lugar se mudó pocos minutos antes a la Korrala, que es el nombre con el que se ha bautizado a la zona de apartamentos. Vecinos y vigilantes de la zona explicaron que los pocos 'okupas' que quedaban en el hotel se cambiaron recientemente ante la presión judicial.
Tras multitud de avatares judiciales, el hotel del Club Robinson ha acabado en manos de la sociedad inmobiliaria Tenedora de Inversiones y Patrimonio S.L., que pertenece a la CAM. Ayer, el equipo judicial del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Eivissa, protegido por tres patrullas de la Guardia Civil, realizó el acto formal de tomar posesión de este enorme y degradado edificio a favor de la CAM y sin que fuera necesario desalojar a los 'okupas'. Está previsto que en breve unos operarios tapien los accesos al hotel para evitar nuevas 'okupaciones'.
Próxima expulsión
Ahora está en proyecto expulsarlos de los apartamentos, que pertenecen a BanCaja, que ha iniciado el proceso por la vía penal, a diferencia de la CAM, que ha optado por la vía civil.
El estado en el que se encuentra el hotel del Club Robinson es lamentable. Todo lo que puede tener algún valor o puede ser vendido ha sido arrancado y todas las estancias están repletas la basura.
Ahora, en la zona de los apartamentos hay multitud de 'okupas'. Ayer, ninguno de ellos salió cuando llegaron los guardias civiles, el equipo judicial y los medios de comunicación.
Algunos de estos 'okupas' mantienen las viviendas y los alrededores en buenas condiciones. Otras, al menos por fuera, están en muy mal estado.
Sin embargo, es en los meses de verano cuando el área se llena de 'okupas', que en muchos casos son turistas que vienen a pasar un tiempo a Eivissa sin tener que pagar un alquiler.
«Todo esto se ha logrado gracias a los vecinos»
Eugenia es una vecina de la zona que lleva años trabajando para que este lugar deje de ser un lugar cada vez más degradado. Se ha entrevistado con representantes de todas las instituciones que podrían hacer algo para resolver este problema y ayer estaba presente cuando en el lugar se presentó el equipo judicial. «Todo esto se ha conseguido gracias a los vecinos», dijo ayer con alegría a pesar del largo que camino legal que aún falta por recorrer. Un ejemplo de clara parálisis o desidia institucional es el del Ayuntamiento de Sant Josep, que jamás ha presentado una denuncia.