Una fianza de mil euros para quedar en libertad provisional mientras continúa la investigación judicial en la que se tratará de aclarar si pudo haber unos posibles abusos sexuales en un cuarto de una discoteca de la Isla.
Ésta es la medida cautelar que se adoptó a última hora de anteayer en el juzgado de guardia en el caso del camarero que fue denunciado por una turista británica que dijo haber tenido relaciones sexuales contra su voluntad con el acusado después de que ésta y sus amigas hubieran ingerido alcohol y drogas.
La decisión de ingreso en prisión, eludible con la citada fianza, se acordó después de analizar en el juzgado la declaración de las amigas de la afectada y sopesarse que podía haber indicios de criminalidad por las explicaciones que dieron cuando vieron e interrogaron a la perjudicada, que salió de un cuarto de la discoteca a los diez minutos en estado de shock. La joven, sin embargo, no presentaba ningún tipo de lesiones.