«Han sido 15 años aguantando. Él sabe todo lo que ha pasado. Golpes e insultos. Un día me dio con un cazo de calentar la leche en el ojo. Entonces callé por miedo pero la última vez nos dijo que si nos quedábamos con el piso nos iba quemar con todos dentro. Sé que es capaz, y más si ha bebido».
Esta es parte de la declaración que realizó ayer una mujer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, lugar donde tuvo que comparecer su expareja acusado de un presunto delito de maltrato. El fiscal entiende que el sospechoso, que se declaró inocente, debe cumplir una condena de 45 días de trabajos sociales y que no de acercarse ni comunicar con la afectada durante dos años.
«Es cierto que tuvimos una discusión muy fuerte y que nos dijimos de todo menos bonito. Pero no recuerdo haber amenazado con nada», señaló el acusado. Según su defensa, la separación de la pareja se precipitó después de que volvieran a discutir a causa de un hijo de la mujer, joven que «ha tenido problemas con la policía».