Pedro T.P., vecino de Puig d'en Valls y de 37 años, ingresó a primera hora de la tarde de ayer en la prisión de Eivissa después de pasar a disposición judicial y reconocerse autor de los dos atracos registrados en el último mes en librerías de la Isla.
La investigación de la Guardia Civil le relacionó también con otros tres robos violentos que se han registrado en el último mes, atracos que hasta hora no había trascendido y que fueron perpetrados por un encapuchado provisto de un pasamontañas negro. El joven de Puig d'en Valls negó ante el juez tener nada que ver con estos suceso que también se le atribuyeron.
Droga
Una larga adicción a la cocaína fue el móvil que, «desesperado», según sus palabras, le llevó a cometer los asaltos de Can Bellotera y Santa Gertrudis. Esto es lo que declaró para explicar el porqué de las dos únicas acciones que reconoció. Ambos robos fueron cometidos a cara descubierta por un individuo que amenazo a los empleados con «rajarlos» y que huyó en un coche.
Todos los indicios apuntan a que Pedro T.P., sorprendido por la Policía local de Eivissa en la madrugada de pasado día 24 circulando con el coche usado horas antes en el robo de la librería Babia de Santa Gertrudis, se dirigía precisamente a sa Penya a obtener una papelina cuando fue interceptado por una patrulla.
El caso queda ahora pendiente de que concluya la instrucción de la causa en el juzgado que sea designado para estas diligencias y que el fiscal presente su escrito formal de acusación. Por cada uno de los robos que sea imputado, Pedro T.P. se puede enfrentar a penas comprendidas de dos a cinco años.
Los otros tres robos que no fueron reconocido por el sospechoso tuvieron lugar en un establecimiento de la carretera de Sant Joan (24 de diciembre), un tirón de bolso a un mujer que cerraba su comercio en un comercio de Santa Eulària (7 de enero) y en un puesto de fruta y verdura, cometido a punta de cuchillo por el citado encapuchado el día 9 de enero.
Dos botines de casi 300 euros
El atraco cometido en la librería Blau Press de Can Bellotera ocurrido el día 18 le reportó al sospechoso un botín de 300 euros, Una cantidad similar, esta vez de 280 euros, fue la suma que se llevó en la tarde del 23 de enero en su asalto a librería Babia de Santa Gertrudis. El primero robo fue el de mayor violencia porque la empleada fue amenazada mientras era agarrada, hecho por el que tuvo que ser atendida de varios arañazos y un importante shock emocional. Los dos robos fueron perpetrados a cara descubierta con un cuchillo o un destornillador. El ladrón huyó en su propio coche, un Renault Modus.