El joven turista italiano Andrea Nardi, de 22 años de edad, se encuentra en estado muy grave en la UCI de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario a consecuencia de las heridas que le causó otro joven turista, este de nacionalidad británica, que le asestó un fuerte puñetazo en la cabeza y después se dio a la fuga. Los especialistas del servicio de neurocirugía de este centro médico tuvieron que intervenir a Nardi, a quien retiraron un trozo de cráneo con el objeto de que rebajar la presión sobre el cerebro.
Los hechos ocurrieron entre las cuatro y las cinco de la madrugada del domingo en las inmediaciones de un local de la avenida Doctor Fleming de Sant Antoni. Desde la Comandancia de la Guardia Civil de Balears explicaron que en este local había un grupo de británicos que hicieron una apuesta para ver quién se atrevía a golpear a un italiano que también se encontraba en el lugar. Finalmente, uno de los británicos aceptó el reto y dio un cabezazo en la nariz al italiano, que, con el tabique nasal roto, acudió a un centro médico. Un vez curado, regresó al local con varios amigos, también italianos, con el fin de exigir cuentas a los británicos.
Y en la calle, los miembros del equipo de seguridad del local intentaron impedir que se produjera una pelea multitudinaria y se interpusieron entre los dos grupos. Sin embargo, uno de los turistas británicos logró acercarse a uno de los italianos y le dio un fuerte puñetazo que lo dejó KO y acabó por conducirlo a la UCI.
El agresor, arropado por sus compañeros, huyó justo después del puñetazo. Corrieron en dirección a Sant Antoni. La Guardia Civil lo está buscando. Se trata de un británico de tez muy morena y muy musculado que iba vestido con una camiseta blanca.
Se da la circunstancia de que el italiano acaba de llegar a la Isla horas antes del suceso.
Hoy día 1 de agosto acabo de llegar de San Antonio donde he pasado once días. Tengo que decir que, en mi humilde opinión, como no pongan freno a algunas cosas que ocurren a diario, se les va a ir de las manos y luego no habrá solución. Todas las noches salíamos a dar un paseo y siempre volvíamos al apartamento con alguna historia que contar protagonizada por turistas británicos, historias nada agradables. Se creen los dueños del pueblo e incluso de la isla pero por que se les permite que lo sean. Los turistas italianos eran bastante más educados que los británicos. Más control es necesario, por ellos, por los que nos gusta disfrutar de esa preciosa isla y por los habitantes del lugar por que no se cómo pueden vivir con esos ruidos y situaciones que se producen a diario. Un saludo!