.E., el conductor de nacionalidad alemana que el martes a mediodía causó la alarma en la Isla cuando tomó la decisión de huir de un control establecido por los agentes de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil, arrojó una tasa de 0,63 miligramos de alcohol por liro de aire espirado, informaron ayer desde la Comandancia de la Guardia Civil de Balears. Por este motivo se le acusa por un delito contra la seguridad vial en el que, además del hecho de conducir ebrio, también se incluye conducción temeraria y daños, ya que en algún tramo de la persecución el hombre manejó su coche, una gran Mercedes familiar de color negro, en dirección contraria y, además, golpeó a varios vehículos que estaban estacionados.
Además. la Guardia Civil también lo acusa por un delito de desobediencia a agentes de la autoridad, señalaron desde la Comandancia de la Guardia Civil.
El hombre pudo finalmente ser arrestado tras una persecución que, al parecer, comenzó en el municipio de Santa Eulària, donde los agentes de la Guardia Civil habían instalado el control. El conductor del Mercedes acabó estrellándose contra la mediana de la autovía de Sant Antoni a la altura del polígono de Can Bufí. Pese a la peligrosidad del suceso, nadie resultó herido, a excepción del propio alemán, que registró heridas leves.