Un hombre ha estado viviendo durante mucho tiempo en una finca situada junto a la carretera de Cala Gració hasta que, finalmente, esta semana el gran chamizo que había organizado fue desmantelado por el Ayuntamiento de Sant Antoni. La caseta y todos sus enseres estaban muy bien camuflados, de forma que no eran visibles desde la carretera.
Previamente al desmantelamiento del lugar, el hombre, E.E.M.C., de nacionalidad portuguesa, fue arrestado por agentes de la Guardia Civil de Sant Antoni por, presuntamente, agredir a otra persona con un martillo. Un vez ante el juez de guardia, quedó en libertad. A su vez, el portugués denunció por una presunta agresión sexual a la persona que vive en la finca de anexa a la que él ocupaba. La denuncia fue desestimada, ya que no se hallaron visos de credibilidad.
[Más información en Kiosko y Más y en la edición impresa]