La operación conjunta que comenzaron a principios de este mes la Policía Local de Sant Antoni y la Guardia Civil sobre un asentamiento ilegal ubicado en la carretera de Cala Gració y en la que ya fue detenido el portugués E.E.M., de 43 años, por un delito de lesiones presuntamente cometido con un martillo, ha arrojado nuevos resultados. Los investigadores encontraron en este asentamiento «objetos de dudosa procedencia» y, tras las averiguaciones pertinentes, los agentes comprobaron que habían sido sustraídos de una vivienda próxima a la zona en la que se encontraban asentados.
Además del portugués E.E.M. los agentes arrestaron al español L.M.P, de 52 años.
Policía y Guardia Civil informaron ayer que, una vez puestos en contacto con los propietarios de la vivienda, de nacionalidad alemana, estos reconocieron los objetos recuperados, los cuales tienen un gran valor sentimental para ellos, ya que se trata de objetos heredados entre los que hay varios trofeos, fotografías y enseres datados hasta en el año 1927. Los propietarios desconocían la comisión del robo, ya que visitan su casa de Sant Antoni únicamente en época estival.
Según los investigadores, los detenidos habían forzado la vivienda y se dedicaban a sustraer objetos para posteriormente venderlos de forma clandestina en mercadillos. Los agentes pudieron localizar los objetos en diversos lugares que los detenidos usaban para esconderlos y después venderlos. Algunos de estos objetos estaban redecorados con el fin de modificar su aspecto original y que no pudieran ser reconocidos.
El chamizo en el que vivía E.E.M. estaba muy bien camuflado bajo la vegetación y se encontraba junto al muro de una finca cuyo cuidador fue denunciado por el portugués por una presunta agresión sexual, una denuncia que fue archivada porque, una vez que se realizaron los análisis pertinentes, se comprobó que no tenía fundamento.
Cuando se desmanteló el campamento, el Ayuntamiento retiró casi tres toneladas de material.