Después de tres días de vista oral, la presidenta del tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial dejó ayer visto para sentencia el juicio contra Martín Norberto Candioti, el apicultor acusado de ser el causante del gran incendio de sa Serra de Morna, que en mayo de 2011 arrasó 1.576 hectáreas de bosque. Ayer fue el turno para los alegatos finales de las partes, que no se movieron un ápice de sus posturas iniciales. El ministerio público mantuvo su petición de once años de cárcel por la presunta comisión de un delito de incendio forestal por imprudencia grave, mientras que el abogado defensor, Manuel Sánchez Álvarez, que manifestó que para él representa «un gran honor estar en la sala en defensa de Candioti», ya que dijo que realiza este trabajo «desde el conocimiento de que es inocente», continuó reclamando la libre absolución de su cliente.
La jornada de ayer comenzó con el alegato del fiscal, que tal y como hizo en los dos días previos, basó su acusación en las conclusiones de los investigadores del Seprona de la Guardia Civil y de los agentes de la Conselleria de Medi Ambient. Insistió en el hecho de que para los investigadores no existen dudas de que el comienzo de este incendio, el más grave jamás sufrido en Eivissa, se produjo en es Puig de ses Sitges, y en concreto en el lugar en el que Candioti acudió sobre las diez de la mañana a trabajar con un ahumador en una falsa colmena instalada por él unos meses antes sobre una antigua sitja.
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