Ya van tres veces este verano en que un coche acaba en la acequia de ses Feixes, en Talamanca. Esta vez los turistas se llevaron un buena sorpresa al toparse con un Porche Carrera abandonado y con los dos airbags fuera de sus cajas. En lugar de avisar a la policía, conductor y acompañante decidieron marcharse y dejar allí el deportivo, que es de alquiler y cuesta unos cien mil euros.
Una extraña atracción turística
J.M.A. |