La Fiscalía solicitó ayer una pena de 3 años y 10 meses de prisión para J.C.A.M., acusado de recoger en mayo de 2011 un paquete en la Oficina de Correos de Santa Gertrudis que contenía 11,38 litros de de ayahuasca -DMT- en forma líquida que procedía de Brasil.
Durante la vista oral, celebrada en el Juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa, el acusado reconoció que retiró un paquete que esperaba, aunque manifestó que se trataba de «un regalo» y que desconocía su contenido. «No sabía si dentro había artesanías o qué había», afirmó ante el juez.
Además, explicó que anteriormente había consumido esta sustancia tanto en Brasil como en Colombia, en el seno de comunidades que la usan desde hace siglos dentro de la medicina tradicional indígena.
Por su parte, el letrado de la defensa solicitó la nulidad del proceso por la irregular inspección postal, extremo que negó la fiscalía dadas las especiales características del paquete enviado, y reclamó la inocencia de su cliente dados los ambiguos precedentes judiciales sobre esta substancia. «Si la jurisprudencia no aclara si es legal o no, ¿cómo va a saberlo el acusado?», señaló el abogado defensor.
Asimismo, la defensa también aportó el peritaje del psiquiatra Josep Maria Fàbregas, quien ha participado en distintas investigaciones acerca de la ayahuasca en los que se concluyó que no crea adicción ni perjudica la salud.
Fàbregas señaló que según la Convención de Substancias Prohibidas de la ONU de 2001, solo está prohibido el DMT cristalizado y que la decocción de la planta no está sujeta a regulación. También añadió que esta última está reconocida como Patrimonio Intangible de la Humanidad a la vez que recordó que hace unos días Eivissa albergó un congreso mundial sobre la misma. A pesar de ello, la representante del Ministerio Público mantuvo la petición de una sentencia condenatoria dada la gran cantidad intervenida.