Un importante incendio ha causado daños muy graves en la planta principal de la empresa cárnica Campofrío en Burgos, en el polígono industrial de Gamonal-Villayuda, aunque, según fuentes de la Policía Local, no se ha producido ningún herido.
El incendio se ha originado a las 6:45 de esta mañana por causas que aún no se han determinado, aunque la primera hipótesis que barajan los bomberos es que haya sido provocado por algún cortocircuito.
El denso humo provocado por las llamas, que se puede apreciar a simple vista que afectan a prácticamente toda la planta, ha obligado a cortar la ronda de circunvalación de la capital burgalesa y ha provocado la colisión de dos camiones, por la escasa visibilidad.
En el accidente se han visto también implicados dos turismos y al menos dos de los conductores han resultado intoxicados por la inhalación de humo, aunque su estado no reviste gravedad.
Fuentes del Cuerpo de Bomberos municipal de Burgos han explicado a Efe que su principal temor en este momento es que las llamas alcancen un depósito de amoniaco con que cuenta la planta, lo que convertiría el humo en tóxico y agravaría mucho la situación.
De hecho, el Ayuntamiento de Burgos ha alertado a los servicios de Protección Civil ante el riesgo de que sea necesaria la evacuación preventiva de alguno de los barrios próximos a la planta que sigue ardiendo y de la que sale una gran columna de humo de varios colores.
En el entorno de la planta, se agolpan en este momento unas doscientas personas, entre ellos trabajadores y antiguos miembros de la plantilla de Campofrío, una multinacional que nació en Burgos en 1952.
Algunos miran las llamas con cara de asombro, mientras otros están llorando por el drama personal que pueda suponer para los más de mil trabajadores, dado que la planta está prácticamente destruida.
Al lugar se han desplazado el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Baudilio Fernández Mardomingo, y el subdelegado del Gobierno en Burgos, José María Arribas, que han rehusado hacer declaraciones por el momento.
La planta de Campofrío en Burgos fue inaugurada en 1997 por el Rey Juan Carlos, tras una inversión de 60 millones de euros, aunque en 2006 la multinacional volvió a realizar mejoras en las instalaciones con un coste de algo más de cinco millones de euros.
La planta tiene una capacidad productiva de aproximadamente 100.000 toneladas al año y sus líneas de producción están completamente robotizadas, tanto en el proceso de embutido como en el de envasado y empaquetado.
Es una de las más avanzadas en la fabricación de embutidos curados, jamón, productos cocidos y loncheados, que, posteriormente, se distribuyen en más de cuarenta países; y desde 2003 cuenta con la homologación para exportar sus productos a EEUU.