La Guardia Civil continúa las labores de investigación para identificar y detener al conductor del turismo que el sábado arrolló en Santa Gertrudis a Catalina Riera Roig, una vecina de 77 años de esta localidad, segándole la vida y dándose posteriormente a la fuga sin dispensarle el debido socorro a la víctima.
El instituto armado mantiene un gran hermetismo en torno al caso y apenas han trascendido detalles relativos a las pesquisas policiales.
Sin embargo, según ha podido saber este periódico, pueden existir algunos testigos del siniestro. Al parecer, una furgoneta que viajaba en el mismo sentido -de Eivissa a Santa Gertrudis- pudo ver durante unos instantes al turismo fugado mientras se alejaba.
Este y otros testigos habrían apuntado que se trataría de un vehículo «pequeño y de color negro», aunque este extremo no ha sido confirmado. Además, el turismo habría sufrido daños en el frontal a consecuencia del accidente.
La aportación de estos testimonios podrían contribuir decisivamente en la resolución del caso, aunque la Guardia Civil de Santa Eulària recordó que cualquier persona con información puede llamar al 062.
Por el momento, las fuerzas de seguridad no han efectuado ninguna detención.
El trágico atropello provocó una gran consternación este domingo entre los vecinos de Santa Gertrudis. El dolor por el fallecimiento se mezclaba con la rabia y la indignación que despertó el comportamiento del conductor, fueron una constante en las tertulias de las cafeterías del pueblo la mañana posterior al siniestro.
Al parecer, la víctima trataba de cruzar la carretera PM-804, que une Fruitera con Sant Miquel, tirando de un carrito cargado con la basura del día.
Nunca llegó a los contenedores ubicados a apenas unos metros de su vivienda, al otro lado de la vía, porque en ese momento un coche impactó con ella y la arrastró unos 15 metros, huyendo seguidamente del lugar de los hechos sin auxiliar a la víctima.
Los familiares de Catalina, todavía conmocionados por el suceso, declinaron hacer ninguna manifestación sobre la trágica muerte, aunque impulsaron inmediatamente una campaña a través de las redes sociales para dar con el conductor del vehículo.
Un vecino de las inmediaciones del kilómetro 3,2 de la citada carretera lamentó el suceso, indicando que Catalina era una mujer «muy alegre y querida en todo el pueblo».