La Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA) francesa no descartó este miércoles que el siniestro del Airbus A320 en los Alpes franceses, en el que fallecieron sus 150 ocupantes, pueda deberse a un atentado terrorista, y señaló que por el momento «no se puede cerrar ninguna hipótesis».
El director del BEA, Rémi Jouty, señaló que por ahora el organismo «no tiene la menor explicación de la razón que llevó al avión a descender ni de por qué no respondió a los intentos de contacto de los controladores aéreos».
«La curva de la trayectoria es compatible con la de un avión controlado por pilotos, con la excepción de que no imaginamos que haya pilotos que puedan conscientemente enviar un avión hacia la montaña», explicó Jouty.
El director del organismo explicó que esa curva «también es compatible con la de un avión controlado por piloto automático, pero en este estado no podemos dar más explicaciones ni podemos decir más, porque hace minutos que tenemos el fichero de audio».
«No hay ninguna información que haga pensar que había unas condiciones meteorológicas particularmente difíciles», agregó el experto, quien tampoco pudo concretar si los pilotos estaban conscientes ni si las voces que se escuchan en la grabación pertenecen a la tripulación.
El BEA va a investigar el historial de los pilotos y cómo se formaron, pero considera que «no hay razón» para difundir sus nombres, como suele ser costumbre en estos casos.
El organismo francés trabajará, anunció Jouty, de forma conjunta con sus instituciones homólogas en Alemania y en España, la llamada Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC).