El martes por la tarde, en el juzgado de guardia, A.L.V., vizcaíno de 31 años de edad, confesó. Admitió haber robado un coche en ses Figueretes y haberse estrellado con él. Huyó del lugar, pero olvidó dentro del coche una mochila con su documentación. Tanto en Comisaría como en el juzgado admitió que, en un primer momento, intentó hacer creer a la policía que le habían robado la mochila que había dentro del coche. No le creyeron y cuando fue a denunciar este falso robo, lo cual hizo en el cuartel de la Guardia Civil de Sant Antoni, quedó arrestado.
Tras escuchar su relato, el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa, el magistrado José Espinosa, lo envió a prisión provisional sin posibilidad de fianza.
Fuentes judiciales señalaron que A.L.V. reconoció también haber forzado quince vehículos con el fin de robar en su interior. Estos coches estaban todos ellos aparcados en el barrio de ses Figueretes, el polideportivo de es Viver y la calle es Cubells, también en la misma zona del municipio de Eivissa.
Igualmente, el vizcaino dijo al juez que forzó la entrada de cuatro establecimientos: apartamentos Arlanza, All Café Bistro, el Hotel Púnico y otro local más. En cualquier caso, el botín que consiguió siempre fue pequeño.
«Tenía el mono»
Una vez arrestado por la Guardia Civil en Sant Antoni, A.L.V. fue conducido a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía. Allí confesó todos estos robos, si bien negó haber cometido otro más que también se creía que podía haber sido él.
En la Comisaría y en el Juzgado de Instrucción número 2 el acusado dijo que había cometido todos estos robos «porque tenía el mono» y también mostró su deseo de comenzar un tratamiento con el fin de desintoxicarse, algo que podrá comenzar a realizar en el Centro Penitenciario de Eivissa. Al parecer, el acusado llegó a la isla para trabajar, pero su presunta adición a la cocaína le llevó a cometer los robos por los que ahora ha sido detenido.
A.L.V. carece de antecedentes penales, señalaron fuentes judiciales.