La delegada del Gobierno en Baleares, Teresa Palmer, ha expresado este viernes su «más enérgica condena y repulsa» por la última muerte por violencia de género ocurrida esta madrugada en Sant Jordi, en Palma.
La delegación del Gobierno ha insistido en un comunicado en hacer un llamamiento a todas las víctimas de malos tratos a denunciar a sus agresores como principal medida para luchar contra esta lacra social.
Se trata de la primera muerte por violencia de género en las Islas Baleares en 2015.