Una complicada inmersión a 80 o 100 metros de profundidad. Es la complicada operación a la que se enfrentan los buzos de los Grupos Especiales en Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil para rescatar el cuerpo de la submarinista desaparecida la tarde del domingo mientras practicaba apnea a dos millas náuticas al oeste de ses Illetes en Formentera.
La víctima, una mujer de 40 años de nacionalidad rusa, navegaba en una embarcación de nombre Pampink junto a otros tres submarinistas que, sobre las 17 horas, alertaron de la desaparición de su compañera.
Según explicaron fuentes del Instituto Armado, la mujer habría sido arrastrada hasta una profundidad de unos 80 o 100 metros por el lastre de plomo que llevaba y que se utiliza en el submarinismo sin botellas de oxígeno.
El coordinador de Salvamento Marítimo, Miguel Chicón, apuntó que las tareas de búsqueda en superficie no tuvieron un resultado satisfactorio y por ello sospechan «que habrá sido arrastrado al fondo en una zona donde se alcanzan los 100 metros de profundidad.
En las primeras horas de búsqueda participaron los GEAS de la Guardia Civil, la lancha Salvamar Markab, de Salvamento Marítimo y el helicóptero Helimar 213. Este dispositivo permaneció activo hasta la puesta del sol del domingo. El domingo los GEAS ya buscaron a unos 60 metros de profundidad sin ningún resultado y ayer continuaron la búsqueda en la misma zona incrementando la profundidad, llegando incluso a superar los 80 metros. Las mismas fuentes apuntaron que consideran complicada la localización de la mujer desaparecida.
Por su parte, Miguel Chicón añadió que Salvamento Marítimo queda «a disposición de lo que requiera la Guardia Civil» en caso de que las circunstancias y necesidades de la búsqueda varíen en las próximas horas.