Agentes de la Guardia Civil han disparado este miércoles en el abdomen a Javier Fernández, el que fuera batería del grupo Los Piratas, tras agredir presuntamente a su mujer y a un miembro del Instituto Armado en una parroquia de Ponteareas (Pontevedra).
Según han explicado fuentes del Instituto Armado se trató de una acción defensiva en respuesta a la agresión con cuchillos perpetrada por el fallecido contra uno de los agentes. La Guardia Civil se personó este miércoles en la citada localidad pontevedresa alertados de un presunto caso de violencia doméstica. Cuando llegaron al lugar indicado se encontraron a la mujer fuera de casa y con rasgos de haber sufrido malos tratos.
La mujer indicó a los agentes que había sido agredida por su pareja y advirtió de que el hombre se encontraba en un estado de nerviosismo y que tenía en su poder a su bebé. Los agentes se dirigieron hasta el domicilio de la mujer y en su camino se encontraron a un hombre que portaba en brazos al bebé de la presunta víctima, quien también advirtió a los agentes del estado de nerviosismo del ahora fallecido.
Cuando finalmente la pareja de la Guardia Civil llegó a la casa se encontró con Javier Fernández en calzoncillos y, muy nervioso, comenzó a amenazar a los dos guardias civiles. Segundos después, se introdujo en la cocina, agarró unos cuchillos y llegó a agredir a uno de los agentes alcanzándole en la cara. Fue en ese momento, y según las mismas fuentes, cuando su compañero efectuó el disparo de defensa.
En el lugar de los hechos también se encontraban efectivos sanitarios avisados desde el primer momento ante un presunto caso de malos tratos. El hombre, tras recibir el disparo, fue trasladado al Hospital Meixoeiro de Vigo, pero finalmente falleció.
Los hechos ocurrieron en el domicilio de Guláns, en la citada parroquia. Según el relato de la Guardia Civil, los vecinos de la zona indicaron que un hombre «muy nervioso y agresivo» se había encerrado en el domicilio con un bebé y previamente «había agredido a su pareja en la vía pública».
En las cercanías del domicilio, una vecina entregó a los agentes el bebé, que previamente le habría entregado el agresor. La Guardia Civil explicó que el varón «se encontraba en ropa interior, muy agresivo y gritando que iba a cortarles a todos en trocitos».
Así, y según las mismas fuentes, «agredió a uno de los agentes» que se había desplazado hasta el lugar con un cuchillo y, «en el intento de volver a agredirle», un segundo efectivo «utilizó el arma de fuego y efectuó un disparo, que le alcanzó el abdomen».
Consternación
El alcalde de la localidad, Xosé Represas, ha manifestado, en declaraciones a Europa Press, su «consternación» y la de los vecinos de la zona.
Asimismo, ha explicado que van a esperar a contar con toda la información sobre el caso para adoptar en el Ayuntamiento alguna determinación al respecto de lo ocurrido.