Un niño iraquí de tres años ha muerto en un accidente ocurrido en la fiesta de bienvenida por su llegada a Alemania después de recorrer más de 4.000 kilómetros junto a su familia para huir del conflicto armado, según han informado las autoridades locales.
El pequeño estaba columpiándose en una cuerda atada a dos macetas cuando una de ellas ha caído y le ha aplastado. «Hemos pedido una autopsia, pero no hay indicios criminales», ha dicho el fiscal estatal Jost Schuetzeberg.
El niño participaba en la fiesta de bienvenida que los habitantes de la ciudad alemana de Eschweiler habían preparado a su familia -sus padres y un hermano de nueve años-. «Ha sido muy trágico», ha lamentado Rene Costantini, portavoz local.
Costantini ha contado que el niño y su familia llegaron a Eschweiler hace cuatro semanas. Alemania es el destino final de los miles de refugiados que se han aventurado a Europa para huir de los conflictos en Oriente Próximo y el Norte de Africa.