«Fuimos a ayudarlo pensando que era un delfín y al girar la aleta nos dimos cuenta de que era un tiburón y nos echamos hacia atrás». Así recuerda Toni Pérez el episodio vivido el domingo a mediodía.
Toni estaba paseando con su bicicleta por ses Figueretes cuando le llamó la atención la presencia del escualo. «Nos acercamos porque pensamos que era un delfín varado en la roca pero al acercarnos llegó el sobresalto», señaló Toni al PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA.
Toni recordó que, todavía con el miedo en el cuerpo, «el animal pegó dos coletazos, salió de las rocas y se fue en dirección a la zona de Puig d'es Molins hasta que le perdimos el rastro».
Tras el sobresalto inicial, Toni captó con su teléfono móvil imágenes del escualo mientras se retiraba mar adentro.
Por su aleta caudal (la localizada en la cola) y la dorsal no hay lugar a dudas de que estamos ante un escualo, posiblemente una tintorera, según explicó Verónica Núñez, oceanógrafa y ambiéntologa del Centro de Recuperación de Especies Marinas (CREM) de Sant Antoni.
Verónica descartó que se tratase de un delfín o un atún y que por el tamaño apunta a una tintorera, un escualo cuya presencia no es anormal en el Mediterráneo. Verónica indicó que sí que es raro que lleguen tan cerca del litoral y aventuró que su presencia puede deberse a que el escualo estuviese enfermo o siguiendo el rastro de otro animal
Verónica apuntó que este año ya se avistó otro escualo en Balears e hizo un llamamiento a la tranquilidad ya que, según señaló, en contra de la creencia popular «el tiburón no es un animal que ataque a las personas».