«Soy consciente de la gravedad de la pena y por eso no puedo afirmar al cien por cien que fuese él. Cuando te ponen un cuchillo en el cuello estás más pendiente de la amenaza que de otra cosa pero el coche sí que lo identifiqué. Me dedico a los coches y lo tengo claro que el coche era el Mitsubishi que él conducía». Con la declaración de la víctima que identificó en una rueda de reconocimiento a M.A.G, ayer quedó visto para sentencia el juicio contra este vecino de Sant Llorenç que se enfrenta a una petición de 10 años de prisión por los los delitos de robo con violencia, hurto y robo continuado por diversos asaltos perpetrados entre julio y agosto y por los que está en prisión provisional.
La primera víctima de los robos por lo que el acusado está en prisión provisional recordó que el día 16 de julio se dirigía a un taller suyo en Sant Joan y al parar en una zona de recogida basuras fue abordado por un hombre armado. «Estaba sentado y me abordaron por la zona del copiloto con un cuchillo. Noté por el acento que no era español (el acusado es de origen sudamericano). Me dijo que le diera todo y que no lo denunciase porque de lo contrario yo y mi familia lo íbamos a pasar mal. Cogió la caja de herramientas, un taladro eléctrico y la documentación de un barco y se marchó», explicó la víctima ante el tribunal.
A preguntas de la fiscalía y la defensa explicó que, seguidamente, manteniendo una distancia prudencial, siguió a su asaltante y vio como este huía en un Mitsubishi Pajero azulado y con matrícula extranjera. Añadió que después, a través de las redes sociales, comprobó que el coche estaba implicado en otros robos.
El Ministerio Fiscal mantuvo las acusaciones ya que, según expuso, todas las pruebas demuestran que este robo guarda relación con los otros casos. Por su parte, la defensa solicitó la libre absolución.