Dos garajes de una vivienda arrasados por las llamas y una situación de alerta por la proximidad de una pinada y por la presencia de combustible almacenado. Es la situación que se ha vivido en el barrio de Can Frígoles de Santa Eulària.
El balance: dos locales arrasados por las llamas y siete motos devoradas por el fuego llamas. Los bomberos pudieron rescatar otras tres motocicletas.
La alerta saltaba minutos antes de las 18.30 horas. Las llamas se apoderaban de los dos garajes y una gran columna de humo causaba un gran sobresalto entre los vecinos de la zona próxima al campo de fútbol municipal. La humareda era visible a varios kilómetros de distancia.
Hasta el lugar del incendio se desplazó una dotación de cinco bomberos y también se movilizaron brigadas del Ibanat, agentes de la Policía Local de Santa Eulària y Guardia Civil, así como voluntarios de Protección Civil, señalaron fuentes municipales.
A los pocos minutos de originarse el fuego, se recibió el apoyo aéreo de un helicóptero que estaban pendientes por si tenían que actuar.
Las mismas fuentes apuntaron que no se tuvo que desalojar a ningún vecino de la zona pese a la aparatosidad del incendio que pudo ser controlado y acotado por los efectivos de emergencias desplazados a la zona.
Los dos garajes quedaron completamente arrasados por las llamas pero el fuego no fue más allá y no llegaron a las dos viviendas colindantes.
En uno de los garajes había gente trabajando y las primeras investigaciones apuntan que el fuego se desencadenó por algún descuido.
Pese a la alarma generada en las proximidades, los efectivos consiguieron extinguir las llamas en cuestión de una hora.