Agentes de la Policía Nacional investigan el incendio que la madrugada de ayer redujo a un amasijo de chatarra un turismo Volkswagen Golf incendiado en una zona de aparcamiento en el polígono de Can Bufí.
Eran la 1.15 horas cuando una persona alertaba a la policía y a los bomberos de que un coche estaba tomado por las llamas en una campa localizada junto a la E-20 y en la que aparca una flota de camiones.
Hasta el lugar del incendio se desplazó una dotación de cuatro bomberos y dos patrullas de la Policía Nacional.
Según informaron Bomberos de Eivissa, los efectivos trabajaron en la extinción del incendio durante unos cuarenta minutos pero no pudieron salvar el vehículo que quedó siniestro total.
El responsable de la campa señaló a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA que afortunadamente el coche estaba bastante separado de los dos camiones más próximos.
Las primeras investigaciones apuntan que el coche habría sido sustraído previamente y le prendieron fuego para abandonarlo sin dejar ninguna huella en el vehículo.
Ayer por la mañana, los restos del vehículo permanecían en el solar donde alguien le prendió fuego de forma intencionada.
Accidente aparatoso
Paralelamente, otra dotación de bomberos tuvo que realizar otras salida para atender un accidente de tráfico ocurrido en el Camí Vell de Sant Mateu.
Las mismas fuentes apuntaron que los bomberos fueron reclamados para excarcelar el ocupante de un coche que había sufrido un aparatoso accidente y que había acabado con el vehículo volcado sobre el asfalto.
Hasta la zona del siniestro también se desplazaron agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local.
Cuando llegaron al lugar donde se había producido el accidente, el conductor ya había conseguido abandonar el vehículo por su propio pie.
Las mismas fuentes apuntaron que el conductor no presentaba heridas de consideración a pesar de la espectacularidad del siniestro.
Los cuatro bomberos que se desplazaron procedieron a limpiar el vertido de aceite provocado por el accidente y los desperfectos causados por el impacto del coche que quedó con las cuatro ruedas hacia arriba.