Agentes que han declarado como testigos ante el juez han apuntado a los más altos mandos policiales por permitir las actuaciones corruptas de algunos compañeros en la Platja de Palma. Es más, en algunos casos, los policías que pusieron en conocimiento de sus superiores las presuntas irregularidades, fueron expedientados para castigarlos porque no accedían a las pretensiones de los agentes delincuentes.
Especialmente revelador resulta el testimonio de uno de los agentes que ha declarado como testigo, el cual asegura, en referencia a los corruptos, que «los mandos sabían que los policías locales hacían vigilancia en las puertas (de los locales de ocio nocturno) y por eso no abrieron expediente a nadie porque había intereses de empresarios de que esto fuera así». «Que de hecho los mandos sres. Herrero y Llompart eran tolerantes no solamente con los policías que ha mencionado más arriba (Montesinos, Vallecillo, Gumersindo, Tomás Más...) sino que permitían que éstos sirvieran a empresarios de la Platja de Palma».
De este modo, según el testigo, los policías implicados en la trama corrupta hacían la vista gorda con determinados locales y realizaban actuaciones para favorecerlos, como desplazar el botellón de una zona a otra de la primera línea, y acosaban a otros empresarios de los que no obtenían ningún beneficio.