Once años de prisión y 19 de prohibición de aproximación y comunicación del condenado con la víctima. Es la pena impuesta por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Balears a un padre por un delito continuado de abusos sexuales a su hija menor de edad que tuvieron lugar en Eivissa, entre los años 2007 y 2011.
Según informaron ayer fuentes del Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears, el tribunal también ha acordado que el condenado permanezca en libertad vigilada durante ocho años con posterioridad a la pena de cárcel, y le priva de la patria potestad respecto a la hija.
Además, le impone una indemnización de 6.000 euros por los daños morales y el perjuicio psicológico causados a la víctima y de 1.500 euros por la lesiones provocadas. El condenado mantuvo relaciones sexuales su hija y en un último encuentro le contagió una enfermedad de transmisión sexual. La menor, que en el momento de los abusos tenía 13 años, es una de los cuatro hijos del acusado y sufrió abusos en varias ocasiones entre 2007 y 2011. La sentencia no es firme y contra ella cabe recurso ante el Tribunal Supremo.