Una hectárea de terreno calcinada. Es el resultado de un incendio desatado ayer por la tarde en una zona de rastrojos de Can Misses que fue controlado por los equipos de extinción después de dos horas de intenso trabajo contra el fuego.
Según informaron los bomberos, la alerta saltó poco antes de las 17.00 horas cuando las primeras llamas avanzaban por un solar próximo a las pistas de atletismo de Vila y un núcleo de viviendas.
Las altas temperaturas y la presencia de rastrojos y suciedad alimentaron las llamas, que se aproximaron peligrosamente a las viviendas y a un recinto donde se almacenan las algas de la playa.
En los trabajos de extinción participaron una dotación de seis bomberos con dos vehículos, dos brigadas del Ibanat con otros tantos vehículos. El riesgo que entrañaba el incendio también movilizó a dos medios aéreos, un helicóptero y una avioneta que realizaron varias descargas de agua en la zona.
Las mismas fuentes apuntaron que el hecho de controlar las llamas a escasos metros del recinto donde se amontonan las algas fue fundamental. «Si llega a prender aquello habría sido un desastre», apuntaron.
Los trabajos de extinción se prolongaron hasta pasadas las 19.00 horas. En el entorno de la zona incendiada es frecuente la presencia de indigentes. Una de la hipótesis que se baraja sobre el origen del incendio sería la presencia de algún fuego para cocinar.
El de ayer fue el incendio más grave registrado en una zona donde ya se han producido más de cuatro fuegos en cuestión de dos meses.