El juzgado de lo penal número 3 de Castellón ha condenado a T.B.D., conocido como el 'violador de la Diagonal', a 18 años y cinco meses de prisión y al pago de una multa de 600 euros por agredir a tres mujeres y acosar a una cuarta en agosto de este año en la capital de La Plana.
La sentencia condena al acusado, de 61 años, por coacciones, robo con violencia con uso de armas en grado de tentativa y tres delitos de lesiones con instrumento peligroso, con la agravante de discriminación por razón de sexo. Además, el procesado deberá indemnizar a las víctimas con 6.279,56 euros en concepto de daños morales, lesiones y secuelas.
Tras la prueba pericial practicada, la juez considera acreditada la realidad de todos los hechos objeto de acusación, y asegura que las víctimas de los ataques han ofrecido una versión «permanente, coherente, sostenida en el tiempo y libre de cualquier sospecha de animadversión ante quien ni tan siquiera conocían con anterioridad».
En relación a las atenuantes de la responsabilidad criminal del acusado por afectaciones mentales que reclamaba su defensa, la sentencia indica que, a pesar de figurar un diagnóstico de esquizofrenia y psicosis esquizofrénica que se remonta a un periodo de tiempo superior a los 25 años, ha sido desvirtuado por las manifestaciones del médico forense, quien afirmó que el procesado no es esquizofrénico y que, aunque puede presentar rasgos de personalidad esquizoide, en absoluto afectan a su imputabilidad y comprende la distinción entre el bien y el mal.
Según la sentencia, el comportamiento del acusado es «incomprensible» hacia las víctimas, que resulta complementado con otros datos como los comentarios que realizó a agentes de la Policía cuando le identificaron, en el sentido de que «si algo les había pasado a las mujeres es porque se lo merecían, porque todas eran unas putas y unas guarras y deberían estar muertas».
Así mismo, la juez señala que la animadversión del acusado hacia las mujeres es confirmada por el historial policial que consta en el atestado, y que incluye la agresión en abril de 2016 a cuatro mujeres en distintas entradas de metro de Valencia, a las que empujaba «de forma sorpresiva», así como agresión sexual en Barcelona.