Un joven de 22 años ha sido detenido en Segovia por la Guardia Civil por conducir drogado y a 230 kilómetros por hora en la A-1 y no obedecer la orden de los agentes de detener el vehículo, ha informado la Subdelegación del Gobierno de Burgos.
Un radar del destacamento de la Guardia Civil de Tráfico de Aranda de Duero (Burgos) detectó en el kilómetro 160 de la autovía A-1 sentido Madrid, a un turismo que circulaba a una velocidad de 230 km/h, donde la velocidad está limitada a 120 km/h.
Una patrulla de la Guardia Civil indicó al conductor que detuviera el vehículo, pero hizo caso omiso a los agentes.
Inmediatamente se estableció un dispositivo compuesto por patrullas de la Guardia Civil de Aranda de Duero (Burgos), Riaza y Boceguillas (Segovia) y Madrid, que dio como resultado la localización del vehículo y detención de sus ocupantes en las inmediaciones del Hotel Mirasierra, a la altura del kilómetro 98 de la A-1, ya en la provincia segoviana.
El conductor, Z.A.E. de 22 años, fue detenido por un delito contra la seguridad vial, y se le efectuó la prueba de drogas que arrojó un resultado positivo en THC, el principal activo del cannabis, por lo que fue trasladado a dependencias de la Guardia Civil de Aranda de Duero (Burgos) para la instrucción de diligencias.
Al conductor detenido le constan numerosos antecedentes por delitos contra el patrimonio y contra la seguridad vial.