El abogado del caso Nadia, en el que se investiga la presunta estafa de los padres por pedir donaciones para operaciones de la niña que no se han realizado, ha presentado este miércoles en los juzgados de la Seu d'Urgell (Lleida) un recurso de revocación de la prisión preventiva del padre, Fernando Blanco, y otro de revocación de la pérdida de la patria potestad de la madre, Margalida Garau, que está en libertad con cargos.
El letrado de los padres de la niña, Alberto Martín, ha explicado que «el interés de la menor» es el argumento de los dos recursos, fundamentalmente por la patria potestad.
Ha agregado que, a pesar de las comparaciones que realiza el magistrado que lleva el caso, «no consta ninguna situación de desatención ni de descuido ni de abandono».
Martín insiste en que un tema es la estafa, que es una cuestión muy técnica desde el punto de vista procesal y jurídico, y otro muy distinto es la patria potestad, y califica de «inaudito» que en esta fase del procedimiento se prive de la patria potestad.
En cuanto a la afirmación del juez sobre una situación que se aproxima a la mendicidad, insiste en que es una niña que está cuidada, atendida, escolarizada, vestida, alimentada, y con médicos convencionales y no convencionales a su disposición.
En los próximos días, Alberto Martín solicitará nuevas diligencias encaminadas a averiguar los pagos de dinero que hizo el padre a médicos alternativos en el sur de Francia.
«Creemos que, más que cuestionar la paternidad, merece la pena conocer los datos sobre las visitas a profesionales o investigadores de medicina alternativa que se llevaron a cabo en el sur de Francia y con dinero en efectivo», ha dicho el abogado de Fernando Blanco y Margalida Garau.
La niña, que ha residido en Fígols (Barcelona) en los últimos años, vive ahora en Palma de Mallorca con la tía materna, que tiene la custodia, y la madre se ha instalado a unos siete kilómetros.
El padre ingresó el sábado en la cárcel de Lleida tras su declaración en los juzgados, a los que llegó desde la comisaría de los Mossos d'Esquadra, que lo detuvieron en la Seu d'Urgell (Lleida) huyendo de un control policial de la comarca de la Cerdanya con una pistola de fogueo, 1.450 euros en efectivo, relojes y dispositivos electrónicos de alta gama.