La Guardia Civil ha detenido a seis personas relacionadas con un robo con violencia perpetrado en Talaveruela (Cáceres), en el que los autores se «ensañaron» con la víctima, un activista ecologista y miembro electo del Consejo Ciudadano de Podemos en Extremadura, al que «torturaron» golpeándole con distintos objetos y rociándole con un spray de defensa personal.
La «brutalidad» del asalto, ocurrido el pasado 14 de noviembre, obligó el traslado de la víctima del Hospital «Campo Arañuelo» de Navalmoral de la Mata (Cáceres) a la UCI del «Infanta Cristina» de Badajoz, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado.
Según las investigaciones, el objetivo de los asaltantes era la sustracción de unas plantas de marihuana que poseía la víctima para su consumo, y el dinero percibido de una venta de ganado ovino.
La operación «Arrebola», desarrollado por agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Equipo de Policía Judicial de Navalmoral de la Mata, ha culminado los días 17 y 18 de enero con la detención de cinco personas como supuestos autores de los delitos de robo con violencia, detención ilegal y pertenencia a grupo criminal.
Todos ellos cuentan con antecedentes policiales. El sexto detenido ha sido como supuesto autor de un delito de receptación.
La vivienda, aislada y ubicada en una paraje rural situado a cuatro kilómetros de Talaveruela, fue asaltada por un grupo de jóvenes que simulando haberse perdido cuando buscaban setas, armados con distintos objetos como un láser y un spray de defensa personal, redujeron a su morador.
Según las mismas fuentes, le ataron a un banco, donde le punzaban con una lima e incluso llegaron a amenazarle con cortarle los dedos de la mano con un hacha si no les indicaba el lugar donde guardaba el dinero de la venta de un rebaño ovino y la recolecta de la plantación particular de marihuana.
Los asaltantes finalmente le consiguieron sustraer 800 euros, dos plantas de marihuana, un móvil, un ordenador portátil, una motosierra y herramientas de uso cotidiano.
El modus operandi y el hecho de que la víctima fuera un activista ecologista y miembro de la formación morada hizo que la Guardia Civil abriera varias líneas de investigación, ya que todo apuntaba a que la víctima había sido vigilada o era conocida por los integrantes del grupo criminal.
El teléfono móvil de la víctima fue clave para la investigación, ya que fue vendido a un joven de Coria que recientemente se había mudado a la localidad sevillana de Gerena.
Fue detenido por un delito de receptación de efectos sustraídos al haber comprado el móvil de la víctima, que portaba en el momento de la detención y que le fue intervenido.
La «frivolidad» del grupo se puso de manifiesto en las investigaciones, según la Guardia Civil, al comprobar los agentes que después del robo se habían realizado llamadas telefónicas con el móvil de la víctima a personas del entorno de los asaltantes.
Esta información, junto con el desarrollo de las investigaciones, permitió la identificación de los integrantes del grupo.